La islamofobia es un tipo de racismo

El 15 de marzo, un hombre armado, entró y abrió fuego en la mezquita Al Noor en Christchurch, Nueva Zelanda. Durante el transcurso de la masacre en el lugar y en el centro islámico de Linwood, 51 personas fueron asesinadas en su espacio de adoración por ninguna otra razón que la de que su asesino había decidido que la fe que profesaban les merecía su muerte.

El pasado 28 de octubre, un hombre de 84 años de edad, intentó emular el mismo suceso en una mezquita ubicada en el País Vasco francés, cuando dos personas intentaron detenerle, disparó y ambos quedaron heridos. El mismísimo día, en Paris, el presidente Emmanuel Macron se reunió con representantes de la comunidad islámica francesa, no para discutir sobre las amenazas contra esta comunidad, sino para insistir en que aumenten sus esfuerzos contra el extremismo violento.

El odio hacia los musulmanes no empieza con el sonido de un arma siendo usada, rompiendo la tranquilidad y el ambiente pacífico de un centro de culto. El odio empieza con un simple prejuicio en nuestras escuelas, lugares de trabajo y comunidades.

Prejuicios que vienen alimentándose desde la esfera política, discursos de odio que varios de nuestros pretendientes a gobernar el país fomentan para asegurarse una cantidad de votos, que viene de un sector de la población que se siente con gran afán de encontrar el elemento de la sociedad culpable de todos sus males. Y que suelen transmitir indirectamente una y otra vez alguno de los siguientes mensajes:

  • El Islam es monolítico y no puede adaptarse a nuevas realidades.
  • El Islam no comparte valores comunes con otras religiones principales.
  • El Islam como religión es inferior a Occidente. Es arcaico, bárbaro e irracional.
  • El Islam es una religión de violencia y apoya el terrorismo.

Según el observatorio andalusí en su informe lanzado en noviembre de 2018, “Informe especial 2017 – …situación del ciudadano musulmán y la islamofobia en España”, en el año 2017 hubo un aumento de los discursos de odio en línea y discriminación en persona, que genera desconfianza e intolerancia.

El odio hacia los musulmanes no empieza con el sonido de un arma siendo usada, rompiendo la tranquilidad y el ambiente pacífico de un centro de culto. El odio empieza con un simple prejuicio en nuestras escuelas, lugares de trabajo y comunidades.

Hemos entendido que esta discriminación se hace más clara y perceptible cuando se alimenta de los discursos de odio provenientes del terreno político, medios de comunicación  y de otras organizaciones e instituciones. ¿pero, en qué formas se puede manifestar esta intolerancia y discriminación hacia los musulmanes?

Podemos identificar las siguientes como algunas de las posibles consecuencias:

  • Ataques físicos o verbales hacia personas que muestran algún índice/rasgo que a criterios del agresor, este considere que es musulmana mediante marcadores concretos, como por ejemplo una mujer que porte hiyab.
  • Políticas o legislaciones que se dirigen indirectamente o afectan desproporcionadamente a los musulmanes, y restringen indebidamente su libertad de religión, como la prohibición de usar símbolos religiosos y culturales visibles, las leyes contra el ocultamiento facial y la prohibición de construir mezquitas con minaretes.
  • Discriminación en educación, empleo, vivienda o acceso a bienes y servicios

De igual modo, sostenemos que ‘la islamofobia tiene sus raíces en la religiofobia y es un tipo de racismo que se dirige a las expresiones culturales de musulmanidad‘ y este tipo de racismo religiofobico, se llama racismo culturalista. El racismo culturalista es el reemplazador del racismo biologista, es racismo culturalista el que se basa en la presunción de supremacías culturales, de unos pueblos sobre otros y en la esencialización de los prejuicios culturales a comunidades y colectivos con marcadores concretos.

Por lo tanto aquellas culturas que no se consideran que comparten origen con la propia, se las procede a barbarizar, y es así como dicha narrativa deriva en el moderno “racismo culturalista” que nutre, el sentimiento Islamófobo.