Por qué los musulmanes no necesitan una Teoría Crítica Racial (Parte 1)

Por  ABDULLAH AL ANDALUSI escrito el 9 de junio de 2019

Traducido de https://abdullahalandalusi.com/2019/06/09/why-muslims-do-not-need-critical-race-theory-part-1/

Prólogo

Desde Musulmanes contra la Islamofobia hemos creído oportuno traducir este ensayo que es una contestación del pensador e intelectual musulmán británico, Abdullah al Andalusi a un interlocutor que habiéndole escuchado en una conferencia criticar la Teoría Crítica Racial de Derrick Bell, considerándola como una forma de pensamiento continuista al pensamiento liberal y por eso individualista y ajena a la cosmovisión islámica, le dirige una serie de críticas y argumentos que son contestados por el activista musulmán, en el presente escrito.

Como activistas que analizamos y proponemos estrategias y acciones de lucha contra el odio antimusulmán, venimos observado también, y lo hemos dicho en multitud de ocasiones, que el activismo en contra de la Islamofobia, no está debidamente representado por musulmanes que defiendan el enfoque islámico en el análisis del fenómeno de la Islamofobia y en el diseño de las estrategias de búsqueda de soluciones al mismo.

Asistimos a una lamentable pugna por representar la lucha contra la islamofobia desde ideologías como el activismo queer, el mal llamado feminismo islámico, el marxismo, el pensamiento decolonial, …, etc, entre otras corrientes de pensamiento, que están proponiendo un marco de relato a los musulmanes, que generan sectarismo, contravienen la jurisprudencia (fiqh), los principios de solidaridad y hermandad islámicos y generan más división en el seno de la comunidad musulmana, además de otros problemas de carácter epistémico.

En el presente ensayo, centrado en un debate que gira alrededor de una crítica a la Teoria Crítica Racial de Derrick Bell, a pesar de pertenecer a un entorno de debate anglosajón, se pueden entrever los mismos problemas que estamos acusando en nuestro ámbito de lucha antiracista, por ello hemos estimado importante su publicación en castellano.

No obstante, si bien compartimos con el autor, su enfoque crítico del paradigma histórico e ideológico que significa “Occidente”, y de la modernidad que en él se ha fraguado y de las corrientes de pensamiento que se han producido fruto de esa modernidad, no estamos de acuerdo en ciertas afirmaciones políticas que sostiene el autor, y que serán debidamente indicadas con notas al pie de la traducción.

Dichos posicionamientos políticos, no disminuyen en nada lo valiosa aportación que hace el autor, en el presente texto, que dada su extensión vamos a presentar en tres partes, y que nos van a ser de gran utilidad y por lo cual damos gracias a él por sus esfuerzos y rogamos para que Dios (exaltado sea) le recompense debidamente.

Por qué los musulmanes no necesitan una teoría racial crítica (Parte 1)

@AbdullaAndalusi

Me ha llamado la atención que un activista musulmán en los EE.UU. ha criticado mis comentarios sobre la Teoría Crítica de la Raza (CRT acrónimo de Critical Race Theory) que presenté en una reciente conferencia en Edmonton, Canadá, este año. Afirma que mis argumentos de que la CRT refuerza la categoría inventada «raza» y perpetúa la conciencia racial y el nacionalismo (una forma de asabiyah, o sectarismo ignorante) son falsos.

El crítico afirma además que mis comentarios demuestran ignorancia sobre la teoría y que la CRT, desarrollada principalmente por el trabajo de Derrick Bell, es útil ya que (la CRT) es una herramienta que ayuda a los afroamericanos oprimidos en los EE.UU. a luchar contra el racismo y la opresión. De hecho, el crítico elogia directamente a Derrick Bell y mantiene la necesidad de que los musulmanes lo estudien.

Desafortunadamente, sus críticas y argumentos no sólo son inexactos, sino que el individuo que elogia, Derrick Bell, enseña conceptos que potencialmente se contradicen seriamente con la perspectiva islámica.

Dado que la mayoría de las personas que leen esto probablemente no han oído hablar de la CRT, o si es así, no han leído mucho sobre ella, hace necesario que sobre esta cuestión, y los problemas potenciales que puede (y lo hace) causar a los musulmanes, sean explicados.

Ahora bien, aunque pasaré por alto y perdonaré las afirmaciones del crítico que me imputa ignorancia sobre la CRT (presumiblemente simplemente porque no estoy de acuerdo con ella), tendré que señalar al lector, que [mi crítico] me cita erróneamente, usando a menudo contra mis posiciones la falacia del hombre de paja. La falacia del hombre de paja es cuando se inventa o distorsiona la posición del oponente en algo que se puede refutar fácilmente, dando la impresión al lector de que el oponente tiene creencias tontas y mostrando que ha hecho refutaciones exitosas cuando en realidad, no ha refutado o abordado lo que la persona realmente dijo en absoluto.

Por ejemplo, el crítico alegó que yo dije que «la CRT… perpetra el racismo», mientras que en realidad dije que el reconocimiento [que hace la CRT] de la categoría inventada, «raza», perpetúa la discriminación por las categorías raciales dándole un reconocimiento y aprobación continuos (¡no «perpetra el racismo»!).

Criticar la CRT no es criticar el «pensamiento afroamericano», al igual que tampoco, el Corán que critica a los politeístas de Quraysh, critica el «pensamiento árabe». De la misma manera, criticar la CRT no es una negación del trato real e indeciblemente horrible que los afroamericanos han soportado en los Estados Unidos durante cientos de años. Es como decir que criticar el comunismo es igual a criticar a toda la clase obrera/pobre, o criticar el feminismo, es odio a las mujeres (argumento ridículo que algunos musulmanes que han adoptado erróneamente el feminismo, han esgrimido).

Sólo porque un musulmán critique a aquellos que dicen «tratar» un problema, no quiere decir que el problema no exista. De hecho, el propósito de esto es proponer el mejor tratamiento, la mejor medicina para la opresión y la injusticia, tratando de trascender la formulación de las luchas internas entre colectivos de personas, para referirnos a las soluciones de Aquel que hizo a toda la humanidad y es el verdadero árbitro.

Para que esto sea sencillo, presentaré las afirmaciones del crítico y mi respuesta punto por punto en los títulos de los capítulos.

La división musulmana, la confusión y los movimientos postmodernistas y neo-marxistas de género y raza – por qué seguiré comentando sobre ello

La razón por la que he mencionado la CRT junto con otros tipos de Teoría Crítica y otros tipos de activismo (de Occidente), es porque no sólo no esta construido desde una perspectiva islámica, sino que es potencialmente destructiva para el interés islámico de la unidad musulmana.

Durante los años cincuenta y pico, muchos musulmanes que luchaban contra las secuelas del colonialismo y los sistemas políticos occidentales, no solo eran desconocedores, o no estaban dispuestos a retomar el pensamiento político islámico, sino que en su lugar recurrieron a lo que pensaban que eran los mejores enfoques para reaccionar ante Occidente: adoptar las críticas anticapitalistas de los marxistas y las críticas anticoloniales de los teóricos críticos postcolonialistas (como el Orientalismo de Edward Said). Afortunadamente, los musulmanes marxistas en su mayoría se han «extinguido», y acabaron de desaparecer con la caída de la Unión Soviética.

Sin embargo, en los últimos años, los musulmanes (principalmente en Occidente) han adoptado los nuevos credos posmodernistas del individualismo, y sus nuevos programas políticos dentro de la Teoría Crítica. La Teoría Crítica es una herramienta para el cambio social que aboga por la crítica del pensamiento social para liberar al individuo de lo que denomina «dominación social» (especialmente a través del lenguaje y la «ideología». Se basa en la noción de que no existe una verdad objetiva en la sociedad, sino sólo el lenguaje y los valores creados por las relaciones de poder y diseñados para reforzarlas. La teoría crítica trata de liberar a los «individuos» de las limitaciones sociales y de las ideologías generales que consideran que sofocan la libertad humana, y las estructuras religiosas, incluido el Islam, que consideran que entra en esa categoría.

La teoría crítica trata de liberar a los «individuos» de las limitaciones sociales y de las ideologías generales que consideran que sofocan la libertad humana, y las estructuras religiosas, incluido el Islam, que consideran que entra en esa categoría.

La adopción de la Teoría Crítica, en lugar de ayudar a los musulmanes contra las estructuras de poder occidentales, ha hecho que los musulmanes empiecen a dividirse aún más en nuevas formas de asabiyah (groupismo/sectarismo) contempladas en las perspectivas de los diferentes campos de la Teoría Crítica. Por ejemplo, uno de los campos es el feminismo (tercera ola) y los Estudios Críticos de Género (CGS acrónimo de Critical Gender Studies), una teoría que sostiene que la igualdad absoluta es la medida de la justicia, y que la literatura y el lenguaje han sido diseñados para oprimir a las mujeres como categoría y mantener a los hombres en una posición de superioridad. Esto ha empezado a causar muchas luchas internas entre los musulmanes por razones de género, e incluso apostasías, ya que a los musulmanes se les enseña a ver el propio Islam como injusto y a través de los Estudios Críticos de Género (CGS), lo ven como una fuerza que refuerza y perpetua la supremacía masculina sobre las mujeres.

De manera similar, la CRT refuerza la «conciencia de raza» e incluso la abraza deliberadamente (lo que Derrick Bell llama «realismo racial», y que es presentado como un medio útil para combatir la supremacía de la «raza blanca«). Tales enfoques sectarios raciales ya han comenzado a aparecer en el discurso intelectual entre los musulmanes y están empezando a causar división y rencor entre los musulmanes de la misma manera que el feminismo.

Por ejemplo, en un debate reciente que hice en la Universidad de Birmingham, una de las panelistas, una hermana musulmana somalí, afirmó que el racismo era un problema dentro del Islam y, al seguir discutiéndolo, recurrió a argumentos como «los bereberes del norte de África fueron colonizados por «árabes blancos» (?!), ignorando el hecho de que una gran mayoría de los bereberes son de piel clara, algunos incluso con ojos azules.

Otro ejemplo es el de los musulmanes de ascendencia europea, que plantean cuestiones indiscutibles sobre el islam y que abogan por el renacimiento del islam en el mundo musulmán y la reinstauración del modo de vida islámico, son atacados por expresar «blanquitud» o acusados de considerarse «salvadores blancos» siguiendo la tradición colonial de sus antepasados de decir a los «morenos» lo que tienen que hacer.

Yo mismo recibí este comentario de un individuo llamado Abu Layth porque presumiblemente no pudo encontrar nada mejor que decir después de que yo llamara a sus argumentos anti-califáticos y pro-liberales seculares como contrarios a la corriente predominante del Islam. No se pierde la ironía de que Abu Layth me llamara «colonialista», a pesar de que comparte el mismo deseo e ideología que los colonialistas occidentales, creyendo que no debería haber califato en el mundo musulmán y que el mejor sistema para los musulmanes es el liberalismo secular. El hecho de que Abu Layth me llamara colonialista, estaba destinado a distraer a sus seguidores del hecho de que las enseñanzas de Abu Layth son en realidad la culminación del proyecto colonialista para las mentes musulmanas, mientras que el llamamiento al restablecimiento del Califato – que es un llamamiento para hacer retroceder los efectos del colonialismo, es en realidad la única posición verdaderamente anticolonialista que los musulmanes podrían adoptar. 1.

Irónicamente, incluso el crítico se vio envuelto en la «confusión racial«, diciendo en twitter «¿Por qué los musulmanes no negros, que vienen desde Londres, se preocupan por «refutar» la CRT?«, y uno de los colegas del crítico sintió la necesidad de mencionar específicamente la etnia tanto mía como de uno de mis colegas, diciendo «qué demonios, concierne la teoría racial crítica a un musulmán bengalí que viene desde Londres… y a un musulmán europeo que viene desde Londres«. ¿Por qué mi origen europeo es relevante cuando se habla del Islam? (y por qué todos estos críticos conscientes de la raza parecen olvidar convenientemente que también soy mitad norteafricano? (como se dice claramente en mi página web «Acerca de«).

Una de las razones por las que yo, y muchos musulmanes, estamos comentando la CRT, es que la CRT no se limita a los Estados Unidos de América, sino que ha aparecido entre algunos demagogos de la comunidad musulmana de Australia (y en menor medida en la comunidad musulmana del Reino Unido).

Recientemente se descubrió que algunos delincuentes sin escrúpulos en Libia, estaban deteniendo a subsaharianos con la excusa de que eran «migrantes ilegales» que se dirigían a Europa, y los obligaban a trabajar como esclavos. Esto fue interpretado por muchos musulmanes «con conciencia de raza» como un sentimiento anti-negro en el mundo musulmán. El problema de esta interpretación, como la de la CRT (Teoría Critica Racial), es que mira los acontecimientos sólo a través de una perspectiva y es poco probable que permita al observador comprender el verdadero problema.

En el Líbano, algunos repugnantes delincuentes sin escrúpulos utilizan a los refugiados sirios como mano de obra esclava en las plantaciones2, e incluso como esclavos sexuales3. En pocas palabras, la «conciencia racial» no puede explicar el contexto anárquico y violento en el que se ha convertido el mundo musulmán después del colonialismo. Sin principios superiores que vinculen y unan a la sociedad, el mundo musulmán vive en un estado de «la ley del más fuerte» y la explotación.

El mundo musulmán está actualmente dividido por el falso concepto colonial de nacionalismo que establece que la mayor lealtad política que un ciudadano debe tener, es a su nación y a su estado-nación, por encima de cualquier concepto de Ummah. Además, desde el colapso de los principios islámicos como la principal fuerza unificadora, muchos musulmanes han sucumbido completamente a la asabiyah (sectarismo) de la tribu, la etnia e incluso la regionalidad.

El mundo musulmán (sin el Islam) se entiende mejor ahora escuchando un viejo proverbio beduino: «Yo contra mi hermano; yo y mi hermano contra nuestro primo; yo, mi hermano y mi primo contra el extranjero«.

Si los musulmanes no estudian, redescubren y abogan por soluciones políticas desde una perspectiva islámica, no sólo nunca podremos salir del agujero en el que se encuentra el mundo musulmán, sino que los jóvenes musulmanes adoptarán ideas que sólo nos confunden y nos dividen aún más.

Si los musulmanes no estudian, redescubren y abogan por soluciones políticas desde una perspectiva islámica, no sólo nunca podremos salir del agujero en el que se encuentra el mundo musulmán, sino que los jóvenes musulmanes adoptarán ideas que sólo nos confunden y nos dividen aún más.

La Teoría Crítica de la Raza es una ideología occidental y de la tradición filosófica liberal

En el primer argumento del crítico en contra de mis comentarios, se argumenta: «La caracterización de la teoría de la raza crítica como liberal u occidental es grotescamente inexacta«.

En el primer argumento del crítico en contra de mis comentarios, argumenta: «La caracterización de la teoría de la raza crítica como liberal u occidental es grotescamente inexacta».

Lamentablemente, el intento del crítico de distanciar la CRT de ser un producto del pensamiento occidental y de parte de la tradición filosófica liberal, a fin de impedir que los musulmanes la miren con sospecha ideológica, revela su propia ignorancia sobre los orígenes de la misma o también sobre las creencias y objetivos declarados por Derrick Bell.

La Teoría Crítica de la Raza, surgió de una corriente desarrollada por el Instituto de Investigación Social, establecido en la Alemania de los años 20, llamada «La Escuela (filosófica) de Frankfurt» donde los pensadores de la Alemania de principios del siglo XX (que en caso de que la gente lo olvidara, está en Occidente), siguiendo las teorías desarrolladas por Hegel, Marx, Nietzsche y muchos otros pensadores occidentales, llegaron a un consenso aproximado de que el proyecto de la Ilustración occidental de emancipar al individuo y producir la verdadera libertad humana estaba todavía incompleto. Sostenían que la libertad individual, medida por la igualdad, aún no se había alcanzado plenamente y que aún había jerarquías que debían ser demolidas. El principal obstáculo para impedir la plena liberación de los individuos era que éstos eran víctimas de las ideas generadas por una sociedad destinada a impedirles la verdadera libertad. Argumentaban que la mayoría de los trabajos académicos producidos en la sociedad occidental sólo servían para reforzar la estructura de poder4.

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El remedio, en su opinión, era producir una recopilación de herramientas teóricas y un movimiento llamado «Teoría Crítica» cuyo propósito, según esta teoría y el director de la escuela de Frankfurt, Horkheimer, «tiene como objetivo que los seres humanos sean productores de su propia forma de vida histórica»5. Esta fue la continuación del proyecto de la Ilustración de hacer al hombre la medida y el árbitro de todas las cosas, incluyendo su propio propósito y su sentido.

Como explica el famoso teórico crítico y profesor de educación de la Universidad de California en Los Ángeles, Douglas Kelner:

Los enfoques críticos en la literatura, el arte, la música, la danza y las artes comenzaron a emerger como una disciplina específica en el siglo XIX en todo el mundo occidental… La teoría crítica se basó por igual en la dialéctica hegeliana, la teoría marxista, Nietzsche, Freud, Max Weber y otras tendencias del pensamiento contemporáneo… La teoría crítica se convirtió en una «política de representación» durante las décadas de 1960 y 1970. Esta empresa implicaba el análisis de las formas en que las imágenes, los discursos y las narraciones de una amplia gama de formas culturales, desde la filosofía y las ciencias hasta la publicidad y el entretenimiento de la cultura de los medios de comunicación, estaban incrustados en los textos y reproducían la dominación y la subordinación social.

También se desarrollaron teorías críticas dentro del feminismo, la teoría crítica de la raza, la teoría de gays y lesbianas, y otras agrupaciones asociadas con los nuevos movimientos políticos, haciendo que la teoría crítica forme parte de la lucha política dentro y fuera de la universidad. Las feministas, por ejemplo, demostraron cómo los prejuicios de género contaminaban las disciplinas desde la filosofía hasta el estudio literario, y se integraron en textos que iban desde los clásicos del canon hasta los aparatos mundanos de la cultura popular.

De manera similar, los teóricos críticos de la raza demostraron cómo el sesgo racial impregnaba los útiles culturales, mientras que los teóricos homosexuales y lesbianas demostraron el sesgo sexual’.6

Como dice la Enciclopedia Británica, la definición de Liberalismo es:

doctrina política que considera que proteger y mejorar la libertad del individuo es el problema central de la política…. El problema, entonces, es diseñar un sistema que dé al gobierno el poder necesario para proteger la libertad individual. 7

La razón por la que la Teoría Crítica, y también sus variantes se consideran como parte de la tradición liberal, es porque siguen el mismo credo central, el individualismo. La Teoría Crítica no es más que el intento de hacer evolucionar la tradición liberal hacia su siguiente etapa, una sociedad totalmente igualitaria en la que todos los valores, culturas, morales, elecciones y características (como el estilo de vida sexual y el género) sean absolutamente iguales y se traten de forma idéntica.

Como explica la Enciclopedia de Filosofía de Stanford

«La Teoría Crítica… ha surgido en relación con los numerosos movimientos sociales que identifican diversas dimensiones de la dominación de los seres humanos en las sociedades modernas. Sin embargo, tanto en el sentido amplio como en el estrecho, la teoría crítica proporciona las bases descriptivas y normativas para la investigación social destinada a disminuir la dominación y aumentar la libertad en todas sus formas».

El propósito de la escuela de Francfort era alcanzar el objetivo de la Ilustración, que era la libertad individual y la «liberación» (es decir, el individualismo), mediante el desarrollo de nuevos modos de pensamiento frente a los métodos anteriores que habían fracasado en Occidente:

«en el sentido más general del pensamiento progresista, la Ilustración siempre ha tenido como objetivo liberar a los hombres del miedo y establecer su soberanía. Sin embargo, la tierra plenamente iluminada irradia triunfante el desastre» 8.

Como dijo el teórico crítico Jürgen Habermas, «La modernidad» es un «proyecto inacabado«. La Teoría Crítica no es una refutación del individualismo; es el intento de completarlo y evolucionar la tradición liberal hacia la siguiente transformación de sí misma.

Los teóricos críticos pretenden ver un igualitarismo completo, en el que los individuos de diferentes géneros sean tratados de forma idéntica, y las orientaciones sexuales, como las que discute el movimiento LGBT, sean consideradas opciones cultural y moralmente iguales. La teoría crítica en los discursos LGBT suele denominarse «Teoría Queer«, y se opone a la cultura occidental actual por ser «hetero-normativa» (considerar que las relaciones sexuales entre sexos (opuestos) son injustamente la norma y una elección de relación privilegiada).

El elogiado escritor y desarrollador de la CRT, Derrick Bell, tiene exactamente los mismos sentimientos que los predecesores occidentales en la Teoría Crítica:

«Enfatizamos nuestra marginalidad y tratamos de convertirla en la construcción de una perspectiva ventajosa y en la defensa concreta de los oprimidos por la raza y otros factores interrelacionados de género, clase económica y orientación sexual»9

Cuando el crítico argumenta que Derrick Bell no es «Liberal», confunde los términos liberalismo y liberal (con L mayúscula). El tipo de liberalismo que existe hoy en día (usualmente llamado «liberalismo social») fue simplemente una evolución de la versión anterior del liberalismo, llamada ahora «liberalismo clásico» (o «libertario», aunque no son completamente iguales).

El propio Derrick Bell admite que no está en contra de la ideología liberal per se, sólo que algunos proyectos liberales modernos que él ve, no han alcanzado adecuadamente los objetivos de completa igualdad que prometieron. El liberalismo es un movimiento basado en el individualismo, que apunta hacia el igualitarismo, así que la pregunta no es si esto es un buen objetivo en la opinión de Bell, sino cual es la mejor manera de alcanzarlo.

Como dijo Derrick Bell:

«Esto no quiere decir que los adherentes de la teoría de la raza crítica automáticamente o uniformemente «destrocen» la ideología y el método liberal. Más bien, desconfían mucho de la agenda liberal, desconfían de su método y quieren conservar lo que consideran una valiosa fuente de igualitarismo que pudiera surgir» 10

El crítico argumentó, algo ingenuamente, que la CRT no puede ser liberal porque «la teoría de la raza crítica ha sido muy crítica con los fundadores del liberalismo… John Locke… Immanuel Kant«. El argumento es erróneo porque el liberalismo no toma cada palabra de John Locke y Kant como si fuera su biblia. Los liberales claramente rechazan muchas cosas que Locke dijo, y han dejado dar continuismo a esas líneas de relato. Por ejemplo, ¿el hecho de que muchos liberales estadounidenses sean ateos a pesar de que John Locke argumenta en su «Carta sobre la Tolerancia» que los ateos no tienen una religión y por lo tanto no deben ser tolerados (porque no se podía confiar en ellos para honrar sus juramentos) significa que los ateos no pueden ser liberales? No, de la misma manera argumentar que Locke en un momento dado estuvo involucrado en la esclavitud de los africanos, tampoco ha sido impedimento para que sus principales obras y libros fueron impulsados y su participación en la esclavitud de los africanos en algunos de sus negocios fuese ignorada y olvidada por la historia. Así que este es un pobre argumento para afirmar que la CRT no forma parte de la tradición liberal.

En conclusión, mi crítica a la CRT no es simplemente porque sea «de Occidente«. El simple hecho de ser de un lugar geográfico no hace que algo sea bueno o malo per se, así como el color de la piel de una persona no hace que lo que diga sea cierto o no. Más bien, la CRT se describe como «occidental» porque surge de un cuerpo de pensamiento conocido como el proyecto de la Ilustración que surgió en Occidente y se considera el producto de la civilización Occidental, y lleva consigo en su núcleo una visión particular del mundo y de los seres humanos, que es específica del proyecto de la Ilustración occidental, y es el mismo ADN que recorre las diferentes ramas de sus filosofías morales y políticas (por ejemplo, el liberalismo, el comunismo, etc.).

El crítico me dijo en sus comentarios: «Los musulmanes han sido obligados a prohibir el bien y el mal… para lograr esto, los musulmanes se beneficiarían de las ideas políticas de Derrick Bell«.

Sin embargo, las ideas de Derrick Bell son: «Enfatizamos nuestra marginalidad y tratamos de dirigirla hacia la construcción de una perspectiva ventajosa y la defensa concreta en nombre de aquellos oprimidos por la raza y otros factores entrelazados de género, clase económica y orientación sexua11. Argumentos que muchos musulmanes desprevenidos apoyarán, después de que se les haya recomendado leer y luego, sin querer, adoptarán la perspectiva del individualismo igualitario que forma la base común subyacente detrás de los escritos y las ideas de Derrick Bell.

Este es el problema que aqueja fundamentalmente a los musulmanes en general. No nos preguntamos qué ideas arrojaría el Islam sobre los problemas modernos, sino que nos dirigimos a pensadores con aqeedahs (credos) completamente diferentes, que si los adoptamos sin querer porque ayudan a hacer el bien en un área, desharía los conceptos islámicos en muchas otras áreas.

Se dice que el profeta Muhammad (SAWS) dijo: «Quien traiga algo nuevo a este asunto nuestro que no esté ya en él, es rechazado».

(Bujari)

El Profeta Muhammad (SAWS) relató que Dios dijo:

«Mi siervo se acerca a mí sin nada más querido que lo que le he obligado… y cuando le amo, soy su oído con el que ve, su vista con la que ve, su mano con la que se agarra y su pie con el que camina».

(Hadith Qudsi, Bukhari, Hanbal y Bayhkqi y otros)

«Os hemos revelado el Libro con la verdad para que juzguéis entre las personas por medio de lo que Dios os ha enseñado»

(Corán 4:105)

Para evitar que esto se alargue demasiado, terminaré esta primera parte de mi respuesta aquí.

Entrando en la segunda parte:

  • La CRT no fue responsable del éxito de la campaña de derechos civiles contra las leyes discriminatorias. Responderé a las afirmaciones del crítico, que sin la CRT, ¿cómo habrían logrado los afroamericanos victorias contra las leyes de Jim Crow, los códigos negros y los derechos civiles? Donde explicaré cómo la CRT se desarrolló mucho más tarde que el movimiento de derechos civiles, e incluso Derrick Bell los criticó porque considera que sus logros refuerzan el racismo, no lo disminuyen.
  • Separando la observación de la teoría. Mostraré cómo la CRT no está conectada con el reconocimiento de que el sectarismo étnico («racismo») en América todavía continúa a pesar de la igualdad ante la ley. La CRT es un conjunto de teorías para explicar las observaciones, no las observaciones en sí mismas. Se puede observar la continuación del «racismo» en los Estados Unidos sin ser un teórico de la CRT, y la mayoría de las personas de todo el mundo podrían observar claramente la discriminación que se produce a pesar de la igualdad de las leyes, no sólo contra los afroamericanos en los Estados Unidos, sino también contra los palestinos con ciudadanía israelí en «Israel».
  • La categoría y definición de «Blanquitud» de la CRT es inexacta y por lo tanto no ayuda a analizar el mundo. Incluso el CRT admite que la «raza» es una construcción social no vinculada a ninguna realidad. Explicaré la razón por la que los musulmanes no deberían utilizarla, no es sólo porque es un concepto artificial, sino porque va más allá de las categorías coránicas de diversificación de la humanidad en tribu y nación (que Dios (SWT) instituyó sólo para el reconocimiento, no para la lealtad o la supremacía). «Raza» introduce algo que no existe en el discurso islámico.
  • El enfoque islámico de la justicia en el mundo musulmán y el ser testigos de la justicia en el mundo occidental.


Notas al pie.

  1. N.d.T. En este punto, cabe señalar, que esta afirmación es la del autor del artículo, que no es en absoluto la de los miembros de la organización «Musulmanes contra la Islamofobia» ni tampoco ha de ser necesariamente la de los musulmanes que viven en Occidente y que también tienen una visión crítica del paradigma histórico e ideológico que significa «Occidente», de la modernidad que en él se ha fraguado y de las corrientes de pensamiento que se han producido fruto de esa modernidad.)
  2. https://freedomfund.org/our-reports/%EF%BF%BCstruggling-survive-slavery-exploitation-syrian-refugees-lebanon/
  3. https://www.theguardian.com/world/2016/apr/30/syrians-forced-sexual-slavery-lebanon
  4. Ahora bien, existe una actitud (Verhalten) humana que tiene por objeto la sociedad misma. No apunta sólo a subsanar unas cuantas situaciones deficitarias, sino que éstas le parecen más bien necesariamente ligadas a la organización total del edificio social. Aunque esta actividad surge de la estructura social, ni su propósito consciente ni su significado objetivo apuntan a que algo en esta estructura funcione mejor. Por el contrario, desconfía de las categorías mismas de mejor, útil, apropiado, productivo y valioso, tal como se entienden en el presente orden. https://pages.gseis.ucla.edu/faculty/kellner/essays/criticaltheorycrisisofsocialtheory.pdf
  5. Dialectic of the Enlightenment, 1947, Horkheimer
  6. Critical Theory, Douglas Kelner
  7. https://www.britannica.com/topic/liberalism
  8. Dialectic of the Enlightenment, 1947, Horkheimer
  9. “The Derrick Bell Reader.”
  10. “The Derrick Bell Reader.”
  11. “The Derrick Bell Reader.”